viernes, 18 de julio de 2008

Erresistentzia Globala

Hasta el último respiro. Hace diez años murieron Baleno y Sole. Ellos han optado por lanzar su vida al huracan de la guerra social, con la imprudencia típica de los amantes. Lo han hecho hasta el último aliento. No tenían tiempo de esperar, y el espejismo de la futura sociedad no ha apaciguado su urgencia de vida. Ellos decidieron ir a buscar al enemigo, echarlo fuera. Ellos esperaban en los bordes oscuros de la calle, como ladrones en la noche.
Esto lo llevamos dentro de ellos. Basta de quejas. No nos vamos a tragar más miedo. No más "víctimas de la represión." Ya no podemos. Sol y Edo no son "víctimas de algo más grande que ellos," No más que todos nosotros. Si Baleno, como Sole, ha optado por escapar de esta manera, no les quitaremos también la dignidad de esa elección, por más trágica que pueda parecer, por más mal que enfrenten, ni más miedo. Ya, porque en un mundo donde todo está previsto, esa elección se hace a cada momento, frente a la buena o mala suerte, siempre es al fin y al cabo amo absoluto de nuestras vidas. Y la libertad da miedo.
Diez años han pasado ... Hemos llorado. Es cierto. Mucho. No tenemos más lágrimas. Lo que hemos perdido es más que dos amigos y compañeros. Hemos perdido la capacidad de sonreir sin preocupaciones. Nos han dado la sombra de la muerte que nunca nos abandona. Gracias. Nos hemos vuelto más despiadados. Pero que no celebren los guardianes del orden social. La desolación que están implantando en los corazones de los seres humanos, les volverá. Las heridas infligidas a la naturaleza, les volverán. Todo vuelve. Más crece el desierto, más se endurecen los corazones, más recogerán los tiempos temibles de un apocalipsis. Baleno y Sole han muerto como vivieron. Sin mediación. Impredecibles, han cuestionado la mediocridad de su tiempo. Baleno Sol y no podían esperar. Por eso no pueden morir.
Edoardo Massari, alias Baleno, fue encontrado ahorcado en su celda de la cárcel Vallette, en Turín, el 28 de marzo de 1998. Maria Soledad Rosas, conocida como Sole, se ahorcó en la casa donde se encontraba bajo arresto domiciliario, el 11 de julio de ese año. Ambos fueron acusados - por los tribunales de Turín y Laudi Tatangelo - de formar parte de una asociación subversiva y grupo armado en la década de los 90 que realizaron diferentes sabotajes en el Valle de Susa, en particular contra las canteras y los astilleros del tren de alta velocidad (al final, todos fueron absueltos y sólo el tercer acusado, Silvano, fue condenado por un delito menor). Desde entonces, los intentos de construir el TAV en Valle de Susa encontraron la oposición de una población que se alzó en defensa de sus tierras. La combatividad del pueblo del Valle de Susa y todos los rebeldes que luchan contra este y otros daños es el mejor regalo para la tierra, las montañas y la libertad que motivaron a Edoardo y Soledad.
Torino, 1998. Edoardo Massari (Baleno), Maria Soledad Rosas (Sole) y Silvano Pelissero son detenidos acusados de realizar sabotajes contra las obras del tren de alta velocidad en Val Susa. Los detenidos rechazan estas acusaciones. Inmediatamente nace un vasto movimiento de protesta contra un montaje policial que se extiende a otras ciudades. Diversas casas ocupadas son registradas y decenas de personas son intimidadas, interrogadas, precesadas y condenadas. El 28 de marzo Baleno muere suicidado en la cárcel. Tiempo después lo hará Sole de igual manera. En enero de 1999 Silvano es condenado a más de 6 años de cárcel. En 2002 es liberado y se reconoce la inconsistencia de las pruebas contra ellos. Estos traumáticos hechos y sus diversas implicaciones son analizados exhaustivamente en «Le scarpe dei suicidi», una visión sobre el terrorismo de estado y sus diversos aliados (jueces, medios de comunicación,...).

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