Artículo publicado por Comité de Solidaridad con los Pueblos (C.S.P.). Valladolid, que lucha por el reconocimiento de las naciones oprimidas como Euskal Herria.
El Estado monárquico español está reprimiendo al movimiento popular vasco desde todos los ámbitos, mostrándose en cada acción contra la izquierda abertzale como lo que verdaderamente es: un Estado represor al servicio del capitalismo, que a pesar de su careta democrática no puede ocultar sus profundas arrugas franquistas. La falta de democracia está siendo percibida cada vez por más personas a pesar de las cansinas macrocampañas de los medios de difusión capitalistas criminalizando a la izquierda abertzale, y ocultando su trabajo y sus posicionamientos en lo político, sindical, internacional, medio ambiental, mujer, jóvenes, etc. Todas las informaciones sobre el movimiento de liberación nacional vasco y sus organizaciones son para criminalizarlo y siempre dichas o escritas por sus enemigos nacionales y de clase. Acabar con la izquierda vasca parece ser el objetivo del gobierno español. Así como los golpes, torturas, cárcel, prohibiciones, multas, ilegalizaciones, criminalizaciones, legislaciones de excepción..., los medios empleados para conseguirlo. Pero los problemas políticos de Euskal Herria, además de no tener solución con más represión, están pidiendo a gritos más democracia y no más estado de excepción, más derechos democráticos para los pueblos y sus trabajadores, y no para el imperio y sus explotadores. La persecución judicial a la izquierda abertzale, utilizando a la "Audiencia Nacional" (heredera del viejo "Tribunal de Orden Público" franquista),es una de las prácticas represivas habituales del Estado que deja a la supuesta independencia judicial como un mal chiste. La Audiencia Nacional suspendió las actividades de las principales organizaciones políticas de la izquierda aberzale para que después fueran ilegalizadas (Herri Batasuna, Batasuna, Euskal Herritarrok, Jarrai, Haika y distintas plataformas populares); cerró medios de comunicación (Eguin, Eguin Irratia, Kale Gorria, Egunkaria); cerró las Herrico Tabernas; procesó y encarceló, hace tan sólo unos meses, a 46 vascas y vascos tras la farsa judicial del 18/98; suspendió hace cuatro meses las actividades de EHAK y ANV para que no pudieran presentarse a las elecciones de marzo, (el caso está ahora mismo en el Tribunal Supremo); y esta semana ha terminado la últimafarsa judicial (por ahora) contra 27 miembros de las Gestoras pro Amnistía. Las Gestoras pro Amnistía son un instrumento antirepresivo que nace como consecuencia de la violencia del Estado contra el movimiento popular vasco, una violencia que ha creado miles de represaliadas/os políticos. Su trabajo durante estos 30 años ha sido defender los derechos de estas personas y denunciar públicamente las políticas y prácticas represivas del Estado contra ellas. Gestoras ha defendido sistemáticamente los derechos de las presas y presos políticos vascos, así como ayudado a sus familiares; ha denunciado las torturas y las políticas que la amparan; la guerra sucia; las violaciones de derechos humanos; las limitaciones de las libertades públicas; incluso a los tribunales de excepción, como la Audiencia Nacional que ahora pretende juzgarles. En definitiva, Gestoras ha sido los ojos que durante 30 años han visto como reprimían al Movimiento de Liberación Nacional Vasco y la boca que lo denunciado. El Estado no quiere testigos que lo denuncien, como los torturadores no quieren cámaras que los vean golpeando, humillando y degradando a las y los detenidos. Por eso han sido imputadas/os y por eso serán condenadas/os. Pero sabemos que mientras continúe la represión y la falta de derechos fundamentales seguirá habiendo ojos que vean y bocas que denuncien por toda Euskal Herria.
¡Solidaridad con los pueblos que luchan!
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