TAT informó el pasado día 30 de esa circunstancia, después de que todas las instancias judiciales españolas hayan archivado su denuncia. Además, el propio Romano anunció que en breve será juzgado, junto a otros trece jóvenes alaveses.
Unai Romano presentó el pasado lunes su denuncia de torturas en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, después de que la negativa del Constitucional español a analizar su caso haya cerrado todas las vías legales en el Estado español. La denuncia de torturas del vecino de Gasteiz, que fue detenido por la Guardia Civil el 6 de setiembre de 2001, inició su andadura a pocos días de su arresto y mientras permanecía incomunicado en manos de los militares, cuando fue atendido por un hospital madrileño y éste cursó la correspondiente denuncia por el estado en el que se encontraba. La misma fotografía de Romano que mostraron en la comparecencia de ayer en Donostia fue la detonante de esa denuncia.
Torturaren Aurkako Taldea informó ayer en Donostia de la interposición de la denuncia de Romano el lunes pasado en el Tribunal de Estrasburgo. Junto a Romano, en la rueda de prensa también participó el director del clausurado diario «Egunkaria» y cuya denuncia de torturas también se encuentra ya en Europa desde hace poco más de un mes. En el caso de Martxelo Otamendi», su causa también se topó con el archivo en todas las instancias españolas.
Autolesión, según el forense
Fue el pasado 17 de abril cuando el Constitucional informó sobre la inadmisión a trámite del recurso que interpuso el joven gasteiztarra contra los archivos dictados sobre su denuncia en juzgados de la capital española.
El representante de TAT Aiert Larrarte criticó la «penosa» respuesta ofrecida por la máxima instancia judicial del Estado español, «que ni siquiera ha entrado a valorar el fondo de la cuestión». El propio Unai Romano denunció el archivo directo de su causa, en el que esperaba que se llevase a cabo un juicio, «porque hay dos versiones contrapuestas; la mía y la de la Guardia Civil». La tesis oficial fue ratificada por el médico forense al defender que fue el propio Unai Romano el que se autolesionó en el acuartelamiento. Una versión cuya falsedad dejaron patente distintos informes de peritos forenses independientes.
Unai Romano presentó el pasado lunes su denuncia de torturas en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, después de que la negativa del Constitucional español a analizar su caso haya cerrado todas las vías legales en el Estado español. La denuncia de torturas del vecino de Gasteiz, que fue detenido por la Guardia Civil el 6 de setiembre de 2001, inició su andadura a pocos días de su arresto y mientras permanecía incomunicado en manos de los militares, cuando fue atendido por un hospital madrileño y éste cursó la correspondiente denuncia por el estado en el que se encontraba. La misma fotografía de Romano que mostraron en la comparecencia de ayer en Donostia fue la detonante de esa denuncia.
Torturaren Aurkako Taldea informó ayer en Donostia de la interposición de la denuncia de Romano el lunes pasado en el Tribunal de Estrasburgo. Junto a Romano, en la rueda de prensa también participó el director del clausurado diario «Egunkaria» y cuya denuncia de torturas también se encuentra ya en Europa desde hace poco más de un mes. En el caso de Martxelo Otamendi», su causa también se topó con el archivo en todas las instancias españolas.
Autolesión, según el forense
Fue el pasado 17 de abril cuando el Constitucional informó sobre la inadmisión a trámite del recurso que interpuso el joven gasteiztarra contra los archivos dictados sobre su denuncia en juzgados de la capital española.
El representante de TAT Aiert Larrarte criticó la «penosa» respuesta ofrecida por la máxima instancia judicial del Estado español, «que ni siquiera ha entrado a valorar el fondo de la cuestión». El propio Unai Romano denunció el archivo directo de su causa, en el que esperaba que se llevase a cabo un juicio, «porque hay dos versiones contrapuestas; la mía y la de la Guardia Civil». La tesis oficial fue ratificada por el médico forense al defender que fue el propio Unai Romano el que se autolesionó en el acuartelamiento. Una versión cuya falsedad dejaron patente distintos informes de peritos forenses independientes.
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